La Fundación Fraternidad Medellín es una entidad de segundo piso creada en 1957 como Fundación Caritativa Medellín. Nació como iniciativa de un grupo de jóvenes empresarios con el objetivo de contribuir a las soluciones sociales que generaba la industrialización en la capital del departamento de Antioquia, en Colombia.

Durante los primeros años, y hasta 1974, la fundación se enfocó en proveer soluciones de vivienda para la población vulnerable. Las viviendas se ofrecían al costo, sin cobrar intereses, para facilitar el acceso.

En 1975, la fundación reorientó su labor a raíz de la creación del Instituto de Crédito Territorial (entidad del Gobierno dedicada a financiar adquisición de vivienda) y cambió su nombre a Fundación Fraternidad Medellín. Se estructuró como una fundación de segundo piso, «benefactora de benefactores» como la denominan sus gestores, en asuntos como tercera edad, nutrición, capacitación, salud, cultura e internados.

Para esta época, ya se habían recibido los recursos de la venta de las viviendas iniciales, y se planteó la necesidad de garantizar la sostenibilidad de la fundación. Con este objetivo, se reestructuraron los activos y se reorientaron las decisiones de inversión. Se reformaron los estatutos para garantizar su estabilidad financiera y viabilidad futura, de manera que la fundación solo puede realizar inversiones en acciones, otros títulos, bienes muebles o inmuebles que produzcan rendimientos; y se estableció que los excedentes que resulten del ejercicio de su actividad meritoria se destinarán exclusivamente a incrementar su propio patrimonio y al desarrollo de sus objetivos estatutarios. Lo anterior asegura que, como mínimo, un 70% de este excedente se destine a obras sociales, es decir que, como máximo,  un 30% de los rendimientos anuales sean destinados al fortalecimiento patrimonial. También se estableció como política que no se destinarán recursos del patrimonio a donaciones.

Para fortalecer aún más el fondo patrimonial, se decidió que las donaciones realizadas a la entidad se destinen al incremento de este. En ocasiones especiales, por ejemplo, para la celebración de los 50 años de la fundación, se han realizado campañas de donaciones para el fortalecimiento del patrimonio.

La gestión del fondo ha tenido momentos críticos, como la crisis financiera de 2008. En esa oportunidad, la fundación decidió liquidar las tierras y algunas acciones y se compraron inmuebles, considerados una mejor garantía de estabilidad, los cuales se arrendaron a largo plazo (entre 10 y 15 años).

La Fundación Fraternidad Medellín ha utilizado parte de los recursos de su patrimonio solo en dos ocasiones. La primera en 2007, con ocasión de los 50 años de la fundación, cuando se donaron US$ 11 millones para la creación del Instituto Tecnológico de Medellín y la Ciudadela Fraternidad Medellín, con capacidad para recibir 12.000 jóvenes en estudios superiores. La segunda, con ocasión de los 60 años de la fundación. En esta oportunidad, se creó un fondo de aproximadamente US$ 20 millones para becas de educación superior, el cual se irá entregando durante los próximos 10 años.

La Fundación Fraternidad Medellín destaca la importancia de tener un patrimonio con el objetivo de garantizar la sostenibilidad y dirigir sus esfuerzos a su objeto social y no a la búsqueda de recursos para llevar a cabo su quehacer.

Más información: https://www.fraternidadmedellin.org/